Tour de los Castillos

Un día muy relajante, rebosado de bellezas históricas y naturales, un poco de la vida rural de Escocia y su costa este, bañada por las aguas del Mar del Norte. Por el camino visitaremos a los castillos medievales de Craigmillar, del siglo XIV, con vistas espectaculares de Edimburgo desde su vieja torre; Hailes, del siglo XIII, con vistas al sereno río Tyne y residencia de poderosos nobles escoceses durante más de 200 años; y por supuesto,el increíble Tantallon, construido a mediados del siglo XIV y que - sin ninguna duda - se debe conocer al venir a Escocia. Esta increíble fortaleza medieval se encuentra dramáticamente asentada en el borde de un acantilado con espectaculares vistas hacia al estuario del río Forth, la Bass Rock - antigua prisión y ahora paraíso de aves marinas - y el antiguo Reino de Fife.

Y como las bellezas de Escocia son infinitas, en este tour privado de un día visitaremos también el pintoresco pueblo de pescadores de North Berwick, siempre encantador, con su puerto del siglo XII y sus exuberantes campos de golf, pero dententor de un pasado ominoso: el Juicio de las Brujas. Allí, los amantes de la vida marina podrán hacer un paseo en barco hasta Craigleith y la Bass Rock, y quedarse boquiabiertos con sus colonias de más de 150.000 aves, entre ellas: alcatraces, frailecillos, arao aliblancos y gaviotas tridactyla*. Haddington, el más antiguo burgo real de Escocia, también está en nuestro guión. Saqueado varias veces por los ingleses a lo largo de la historia, es el lugar de nacimiento de John Knox, "padre" del protestantismo escoces. Otra preciosidad de este tour es el idílico Preston Mill, un viejo (¡y muy original!) molino de agua del siglo XVIII, y el Phantassie Doocot, un palomar del siglo XVI.

En el pueblito de Tyninghame, visitaremos una tradicional Casa de Té donde usted podrá embadurnarse con las recetas centenarias de tortas y tartas de crema del típico High Tea escoces. Y como no podía faltar (estamos en Escocia, ¿verdad?), tendremos la oportunidad de visitar la siempre amable (¡y generosa!) Destilería de Glenkinchie, de 1840. Usted tendrá tiempo para una visita guiada, conocer el museo, y por supuesto, ¡disfrutar de un trago del verdadero espíritu escocés!